lunes, 14 de febrero de 2011

EL COBERTIZO SINIESTRO.

El cobertizo siniestro


Hola, soy Mike,  el típico niño con una vida bastante aburrida.

Vivo con mis tíos en Londres porque mi padre está en la guerra y mi madre murió cuando yo nací, aunque vivir con tía Margaret y tío Andrew no está nada mal. Sé que se preocupan por mí y son toda la familia que tengo. A veces, son un poco raros y estoy convencido que mi tío Andrew esconde algo en el cobertizo.

Un día le propuse a mis amigos Peter y Luci que fuésemos al cobertizo después de cenar.
Nos encontramos allí a la hora convenida. Abrimos la puerta lentamente mientras encendíamos las linternas; cuando entramos permanecimos en silencio,  lo único que oía eran los latidos del corazón. Íbamos a salir corriendo por el miedo que nos daba aquel lugar, pero Peter se tropezó con algo  y de repente se abrió una grieta en el suelo, y apareció una gruta iluminada por antorchas; nos asustamos mucho pero aún así decidimos bajar por una especie de fantasmagórico túnel hasta  llegar a una gran estancia que se parecía mucho a un cementerio. ¡Era una catacumba!, su estructura era muy peculiar y por los dibujos de las paredes dedujimos que seguramente era romana, como la antigua muralla que aún existía cerca.

Al fondo había un hombre meditando, agudicé la vista y vi que era mi tío. Cuando me vio se quedó muy sorprendido y me preguntó con enfado que hacía allí. Le respondimos que últimamente estaba bastante raro y que desaparecía cada vez que iba al cobertizo; le preguntamos que porque no decía el secreto y nos dijo que se llenaría de turistas y que se rompería el misterio y la calma que existía en el lugar. Nos contó que aquella estancia era muy sagrada como mostraban los dibujos de las paredes. Nos pidió que mantuviésemos el secreto y así fue.

 Héctor

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