martes, 15 de febrero de 2011

UN INTERESANTE PARTIDO DE BALONCESTO

Había una vez un grupo de cinco amigos que jugaban a baloncesto todas las tardes después de salir de clase.
Los niños se llamaban: Jesús, Nando, Azariel, Diego y Borja.
Un día cuando estaban entrenando en las canchas del colegio, otros niños les propusieron jugar un partido un sábado por la mañana. Los chicos aceptaron y pensaron en pedirle ayuda a su entrenador.
Tito, que es el nombre del entrenador, les dijo que los ayudaría a ganar el partido y que se pusieran a entrenar muy duro. Quedó con ellos todas las tardes y empezaron los entrenamientos. Trabajaron ejercicios de tiro, cortes, reemplazamientos, tiros libres, competiciones, etc. Y así se prepararon para el partido.
El partido se iba a jugar en el Sur, en el campo del Luther King, pero tenían un problema: ¿cómo ir desde Tegueste hasta el Sur?

Nando propuso ir en barco; Jesús en bicicleta; Diego en coche; Azariel en patinete y Borja en moto. Pero Tito dijo de ir en guagua gratis, para llegar de una pieza al partido.
Un día antes del partido Tito no pudo ir a entrenar y los niños se pusieron nerviosos porque no sabían a qué hora jugaban. Pero llegó Super-Cañete y les dijo la hora, les trajo los equipajes y entrenó con ellos.
Había llegado la hora del partido, todos se subieron a la guagua que los llevaría al Sur. Unos jugaban, otros dormían, alguno comía y otros cantaban. Tito se subía por las paredes.
Llegaron al Luther King y a las once de la mañana comenzó el partido con un grito de los niños: eh,eh,eh,eh…. Una, dos y tres, ¡Tegueste! ¡Oé!.



Tito los colocó en el campo, y se repartieron los marcajes; empieza el partido. En el primer cuarto iban empatados, en el segundo el Tegueste se adelanta en el marcador, pero luego en el tercer cuarto el Luther remonta y el Tegueste comienza a trabajar más duro. Jesús marca tres tiples seguidos, Nando le pega un tapón a un niño, Azariel marca dos tiros libres, Diego con una gran asistencia hace que Borja marque la última canasta, y ganan de quince puntos. ¡Tito no se lo cree!
Los niños le dan las gracias a Tito por el trabajo y regresan todos juntos a casa.
El lunes por la mañana Luis pone en el tablón del colegio las noticias de los partidos y el resultado.

Jesús.

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